Foto Sheungology |
08 marzo, 2014
Entrevista a Gaëlle: el toque francés de Hong Kong
17 febrero, 2014
Colección "Desayunos del mundo de Oliver Schwarzwald"
¿Serías capaz de reconocer a un país sólo con elementos
de su desayuno? Te ponemos a prueba con la serie fotográfica del artista
alemán Oliver Schwarzwald que realizó en el 2010 para la revista Feld
Hommes una colección llamada “International Breakfast”. Se
trata de una serie de clichés en la que reflejó los desayunos típicos de
cinco países, poniendo en escena en composiciones cuidadas sus
elementos gastronómicos y estereotipos más representativos. Te dejamos adivinar el
origen de estos desayunos "gravitando"*…
10 febrero, 2014
El Café Comercial y la maquina del tiempo...
De
pequeña, sentía especial fascinación por
la película “La Maquina del Tiempo”. Mis ojitos brillaban
y se abrían como platos cuando el viajero empujaba la palanca y su
maquina giraba en redondo, y el sol y las nubes daban vueltas como un remolino
mientras partía hacia el futuro. Yo quería una de esas para
ir al futuro. Deseaba ser mayor como mis hermanas para salir de fiesta. Una y
otra vez, abría mis brazitos como alas y empezaba a girar. Cuando
terminaba entraba mis pies diminutos en los tacones de mi madre y ya
era mayor!
Años después, como si de un viaje por el tiempo se tratara, me encuentro en Madrid, viviendo en el barrio de Malasaña. Lo más lejos que tenia es que aquí encontraría mi particular maquina del tiempo. Son unas puertas giratorias de cristal, enmarcadas en dorado. Arriba un cartel rojo, de esos que se mesen con el viento, dice en letras blancas: Café Comercial.
Años después, como si de un viaje por el tiempo se tratara, me encuentro en Madrid, viviendo en el barrio de Malasaña. Lo más lejos que tenia es que aquí encontraría mi particular maquina del tiempo. Son unas puertas giratorias de cristal, enmarcadas en dorado. Arriba un cartel rojo, de esos que se mesen con el viento, dice en letras blancas: Café Comercial.
Foto inferior revista Marie Claire |
Entras por la puerta y....
Giras, como si con cada vuelta retrocedieras en los años. Cuando sales al otro lado es como un asalto a tus sentidos, un
fuerte olor a churros invade tu nariz, el murmullo de conversaciones y
el clin clan de vasos y cubiertos se filtra en
tus oídos como música, tu mirada recorre una barra
de mármol negro...
Unos pasos más y estas en el
salón principal. Espejos, madera, vidrieras con vistas a la
Glorieta de Bilbao. La novela "La Colmena", que
está basada en este café, dice que los mármoles de las mesas han sido
antes lápidas y que en algunos un ciego podría leer las letras
pasando las yemas de los dedos por debajo de la mesa.
Olores, sonidos, vistas
atemporales... aquí la imaginación del viajero decide a que
año transportarse. Puedes ir al 1887 a
la inauguración de este café, a las tertulias literarias de
la España de post guerra que lo hicieron famoso, o a este
año 2014, ya que a pesar de ser el café más antiguo de
Madrid, sigue siendo un popular punto de encuentro para gente de todas las
generaciones.
La carta... De toda la vida
Según ellos mismos, tienen la típica carta
de café: sándwiches, tostadas, bollería, café. Pero sin duda el producto
estrella del Café Comercial es el chocolate caliente. Si viajaras al 1909 te sabría igual que hoy ya que siguen
usando la receta de la mujer de Don Eduardo, su primer dueño. Lo elaboran como
en antaño, derritiendo una tableta de chocolate en una olla con leche. Su
textura suave y cremosa es un mimo al paladar, así que no dejes de
pedirlo! No te olvides de acompañarlo con churros. Frescos y crujientes, los
hacen en su cocina todos los días.
El servicio
Hay algo mágico, que evoca nostalgia
cuando entre sorbos de café observas a camareros de
blanco con hombreras rojas yendo de aquí para allá con sus
bandejas plateadas... todo un espectáculo. Pero más allá de
este romanticismo, el servicio en este lugar depende del camarero que
te toque, aunque generalmente son amables. Aquí encontrarás a los camareros de
toda la vida, algunos tienen más de 30 años trabajando en
el Café Comercial.
¿Sabías que?
Conclusión: un lugar perfecto para...
Leer un buen libro en el rincón de Antonio Machado. Quedar con tus amigos y beberte un tinto de verano antes de irte de tiendas por la Calle Fuencarral. Jugar una partida de ajedrez con un abuelo mientras bebes un carajillo. Desayunar churros con chocolate. Saborear un café con leche al lado de algunos de los escritores y artistas famosos que frecuentan este legendario café.
Café Comercial
Dirección: Glorieta de Bilbao 7, 28004 Madrid
Teléfono: 915 21 56 55
Metro: Bilbao
Horario: Lunes: 07h30-13h00, 21h00-24h00. Martes, miércoles, jueves: 7h30 - 01h00. Viernes, sábado: 08h30 - 02h00. Domingo: 09h00 - 24h00.
Precios: Café con leche: 1.50€. Chocolate con churros 5€. Desayuno "El Comercial" 16€.
Wi-fi: sí
02 febrero, 2014
Chandeleur: prepara tu "crêpes-party"
El 02 de febrero podría ser un día como los demás pero en Francia, tiene un olor tibio a mantequilla y a infancia... es La Chandeleur (festividad de la Candelaria) o Día de los Crêpes.
Es una tradición culinaria que se suele celebrar en familia ya que además de ser una merienda deliciosa, tiene un lado muy lúdico por el reto que supone: darle la vuelta al crêpe en la sartén con un triple salto sin que se caiga al suelo…
Fotos The baker upstairs |
27 enero, 2014
Solidaridad : ¡un Café Pendiente por favor!
¿Habéis oído hablar de la generosa iniciativa llamada “cafés pendientes” que arrasa últimamente en las redes sociales? Se trata de una práctica filantrópica sencillita que consiste en ir a un café (que participa en esta operación) y pedir y pagar dos cafés en vez de uno: el primero para ti y el otro para un futuro cliente sin recursos. Así, cuando éste entra en el establecimiento, sólo tiene que preguntar si hay un “café pendiente” y el dueño puede servirle el café pre-pagado por el donante anónimo. En definitiva, un pequeño gesto solidario que permite a los establecimientos la posibilidad de involucrarse con la Responsabilidad Social Corporativa sin demasiadas complicaciones.
La tradición de los cafés «pendientes»
no viene de los países nórdicos ni de Estados Unidos sino de Nápoles
(Italia) donde el "caffè sospeso" (suspendido) fue una
verdadera institución: justo después de la guerra,
muchos Napolitanos, considerando el café como un derecho fundamental, se
encontraron en la imposibilidad de consumir un básico espresso. Entonces,
los que todavía podían disfrutar de este suave capricho cogieron la costumbre
de pagar dos: para ellos y para una persona menos afortunada...
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