Uno de nuestros primeros artículos “En busca del Croissant ideal” nos adelantaba la dificultad de encontrar la perfección, tanto en términos de croissants como de hombres solteros… Y si yo no sería capaz de ayudaros a encontrar un partidazo en Madrid, sí que soy una experta en selección de croissants “auténticos”, los que están hechos con las mejores materias primas y que cumplen todos los requisitos de la ITC (Inspección Técnica de Cruasanes) que exige la tradición francesa… Por ejemplo, un color caramelo con matices dorados y sin almíbar, una corteza crujiente que contrasta con la suavidad del interior, unas piezas perfectamente hojaldradas en un horno tradicional, y por supuesto un irresistible sabor a mantequilla.
Tras llevar varios meses probando estos tiernos tesoros (y sumando las
clases de Bodytonic para compensar), os hemos preparado una selección de 7
cruasanes madrileños con un sabor excepcional. No os preocupéis si echáis en
falta algunos, seguimos de ruta y muy pronto, publicaremos la segunda parte…
La perfección se esconde en una esquina del barrio de Salamanca donde el croissant del Pan Comido no te defraudará. Verdadero placer para el paladar y los sentidos, LO TIENE TODO: 1) cruje ligeramente al morderlo, 2) hace que sus láminas exteriores de hojaldre se deshagan en la boca, 3) ofrece en su interior un corazón mantequilloso tierno.
El asturiano Julio Blanco, galardonado como el Mejor Repostero de España 2012 abrió la sucursal de Pomme Sucre en Madrid en 2009 y provee también los croissants al café OITA de la calle Hortaleza. Dice haber tardado años en encontrar la mantequilla adecuada para preparar sus croissants… ¿El resultado? Crujientes, hojaldrados, con gran sabor a mantequilla y demasiados pequeños para no tener ganas de repetir…
En el barrio de Colón, el Instituto Francés esconde un lugar privilegiado con jardín: Le Café-Bistrot donde se cruzan alumnos del centro de idiomas y amantes de la buena cocina. Su croissant sigue evidentemente la tradición gala y nos encanta por su aspecto bombeado y por las capas de su feuilleutage (laminado) que son muy visibles y apetitosas. ¡Bon appétit!
El croissant "perfecto".
La perfección se esconde en una esquina del barrio de Salamanca donde el croissant del Pan Comido no te defraudará. Verdadero placer para el paladar y los sentidos, LO TIENE TODO: 1) cruje ligeramente al morderlo, 2) hace que sus láminas exteriores de hojaldre se deshagan en la boca, 3) ofrece en su interior un corazón mantequilloso tierno.
El croissant auténtico.
El croissant de París Avenue es sencillamente espectacular, con capas finas envolviéndose
las unas a las otras como una luna en cuarto creciente… Su hojaldre crujiente
deja miguitas en el plato y recubre una masa suave, siguiendo la pura tradición
francesa. Se dice que el dueño Emmanuel (originario de Lyon) es un antiguo
ejecutivo enamorado de España que decidió cambiar de vida.
El croissant más equilibrado.
El romántico salón de té Vailima, que recientemente se trasladó a dos pasos de la
puerta de Alcalá, ofrece un croissant especialmente rico, con una costra bien hecha
de color caramelo y dorado intenso, una forma alargada y un sutil equilibrio
entre todos sus aromas (caramelo, mantequilla, levadura).
El croissant más delicado.
El asturiano Julio Blanco, galardonado como el Mejor Repostero de España 2012 abrió la sucursal de Pomme Sucre en Madrid en 2009 y provee también los croissants al café OITA de la calle Hortaleza. Dice haber tardado años en encontrar la mantequilla adecuada para preparar sus croissants… ¿El resultado? Crujientes, hojaldrados, con gran sabor a mantequilla y demasiados pequeños para no tener ganas de repetir…
El croissant más original.
En el nuevo espacio Platea de la calle Goya, un exclusivo rincón dedicado a
Mama Framboise ofrece a los madrileños la “Alta Pastelería” de Alejandro
Montes, Mejor Pastelero Joven de España
2006 y Mejor Chocolatero de España
2007. La carta cuenta con 6 tipos de “croissants de categoría”, y aunque
defendemos siempre el croissant de mantequilla tradicional (sin relleno ni
adornos), nos hemos decantado por el original croissant de avellana, con un rico sabor a praliné y azúcar glas,
una alternativa nutritiva y deliciosa para los más golosos (eso sí, más
adecuada para una merienda que para un desayuno).
El croissant más aromático.
De nacionalidad checa, la propietaria de Fonty Marie Valdez está
considerada como una virtuosa en la pastelería y bollería artesanal. La novedad
del local reside en el hecho de que el horno está integrado y ¡a la vista de
los clientes! Su croissant es pequeñito pero tiene un sabor a mantequilla muy
potente (estáis avisados).
El croissant más “gourmand”.
En el barrio de Colón, el Instituto Francés esconde un lugar privilegiado con jardín: Le Café-Bistrot donde se cruzan alumnos del centro de idiomas y amantes de la buena cocina. Su croissant sigue evidentemente la tradición gala y nos encanta por su aspecto bombeado y por las capas de su feuilleutage (laminado) que son muy visibles y apetitosas. ¡Bon appétit!
Por Dios, con lo que me gustan los cruasanes. ¡Qué lista más impresionante!
ResponderEliminarMe los anoto todos para mis próximas visitas a Madrid.
Besos.
¡Por supuesto! Te esperamos en Madrid. Beso.
EliminarUn poquito de por favor!!! Con esa agenda croissantera me acabo de poner como los perros de Paulov. GUAU GUAU!! Pendiente de la segunda entrega :)
ResponderEliminarJaja, ha sido una cata difícil... Prueba toda la primera lista y luego ya veremos ;)
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