23 septiembre, 2013

"El bar de gatos": la nueva cafetería que arrasa en París


El pasado 21 de septiembre ha abierto en Paris el esperado "Café des Chats", un salón de té de nueva generación donde compartes el espacio con unos cuantos... gatos. El concepto viene de Japón donde los Neko Café, bares donde alquilas un gato por hora se multiplican en las grandes ciudades del país. 

Una parisina de 26 años licenciada en Comunicación decidió adaptar la idea al mercado francés obteniendo la inversión inicial à través de Internet (crowdfunding). Consiguió crear un café-restaurante fuera de lo común en el Chueca parisino: Le Marais donde los clientes están rodeados de una decena de gatos de origen callejero rescatados de protectoras de animales. La idea no es llevar su proprio gato (está prohibido) sino de disfrutar de la presencia de los animales del local. 

Foto Francois Guillot, AFP  

Para asegurar el bienestar de los animales, por una parte la dirección del local asegura que los gatos han sido cuidadosamente escogidos por su carácter "sociable" y que tienen un seguimiento médico, por otra parte el local responde a unas reglas estrictas: prohibición de cogerlos en brazo, de darles de comer y de molestarles si están durmiendo.

Sólo tres días desde su apertura, es muy difícil encontrar sitio en el Café des Chats que suscita muchas reacciones, buenas como malas. Los defensores del local se alegran de esta segunda oportunidad dada a gatos abandonados, y destacan el efecto positivo de los gatos para relajar a los humanos estresados (teoría de la "ronroterapia"). Los detractores ven en este concepto algo insano, consideran que los gatos no están en su elemento natural y no quieren que los animales sean un gancho comercial. ¿Qué opináis?




Le Café des Chats 

Dirección: 16 rue Michel Le Comte, 75003 Paris, Francia 
Teléfono: (00 33) 6 89 88 81 44 
Metro: Rambuteau 
Horario:  De lunes a domingo: 12h00 - 22h00
Precios: Tartas y ensaladas (10€), postres caseros (3.5 a 6€)  
Wi-fi: sí

16 septiembre, 2013

Arquibar: El encanto de las pequeñas cosas


No hay nada que me guste más que ir a casa de mi abuela. Siempre me recibe con alegría, con un amoroso abrazo y ese amor suyo se desprende como un perfume de cada una de sus cosas, de cada uno de sus gestos. La lampara antigua de bronce y cristal que alumbra su salita, sus sillas de madera talladas a mano, la delicada vajilla de porcelana en la que me sirve el té, y ese ventilador antiguo que milagrosamente aún funciona. "Las cosas ya no la hacen como antes, cariño, este tiene más años que yo" me dice con una sonrisa mientras lo enciende. Sí, cuando voy a casa de mi abuela el tiempo se detiene, y el encanto de todas las pequeñas cosas que adornan su morada me transportan a un tiempo  cuando la vida era mas simple, cuando las cartas se escribían a mano y la gente aun se... "¡HOLLY! HOLLY!!! ¿Pedimos la cuenta?" Escucho la voz de Brioche y despierto... no estoy en la acojedora casa de la yaya, estoy en el Arquibar.
Fotos El Arquibar y Desayuno con Brillantes






Entras por la puerta y...  

Dejas atrás el Madrid del siglo 21 y la anónima frialdad de sus calles grises  y entras en una acojedora y pequeña casa con paredes blancas y grandes ventanales. A la izquierda una salita de estar, con un ventilador antiguo, juego de muebles vintage y un espejo rectangular. A la derecha un comedor para seis. En la radio musica de los años 20. En el cuarto de servicio frascos de perfume y retratos  color sepia de una pareja... (¿serán los dueños?, ¿serán los abuelos?). 


Plantas, flores, jarrones de loza, vajillas de porcelana... detalles cuidados, armoniosos. El encanto de este lugar reside en las pequeñas cosas que inundan el espacio con íntima calidez y te hacen sentir como si estuvieras de visita y no como un comensal más en un restaurante.


La comida: un festín de antaño

La oferta de brunch del Arquibar de la Traviesa de Conde Duque es  muy generosa y según Chocolate Chip, que había ido anteriormente, varía según los productos y humores de temporada. El día de nuestra visita, incluía un abanico de frutas de verano, una tabla de quesos con higos digna de un festín griego, un clásico "ménage à trois ibérico": jamón-tomate-aceite de oliva, una cesta de panes artesanos de todos los colores y semillas posibles, una fuente de bizcochos caseros "hiper-calóricos" (cookies, magdalenas, brownies, tartas, etc) sin olvidar complementos deliciosamente originales como la mermelada de castaña o el queso fresco para untar. Tampoco fallan las bebidas: traen un zumo de frutas vitaminado casero, dan a elegir entre café o té, los cuales puedes repetir tantas veces desees y una jarra de limonada recién hecha va rondando por las mesas. Cuando ya te has hecho a la idea que vas a pasar el resto de tu mes en el gym,  te proponen elegir entre tres tortillas, una dulce y francesa de mascarpone con pera, y dos saladas de tomate y queso de cabra o de jamón... Creernos: este es el brunch más abundante que hasta ahora hemos disfrutado en Madrid.


El servicio: ¡La abuela surfera!

Parte del encanto del Arquibar lo ponen su camarero y su dueña: Juan & Elisa. Elisa con su sonrisa contagiosa y Juan, apuesto y simpático con estilo desenfadado y surfero. Te recibe en la puerta sonriendo y te sienta en la salita o el comedor "¿Chicas, tenéis calor?" Y nos trae un vaporizador de agua fría y abanicos. "¡Que bonitos los abanicos!" decimos... "Pues os lo podéis quedar, complemento de la casa." "¿Cariño, te apetece mas limonada?" pregunta amablemente mientras vierte una refrescante limonada casera desde una jarra de cristal antigua. Y como las abuelitas Juan no para de traer comida.... Cuando pensamos que ya no podemos más, pregunta "¿Queréis pasar al plato principal?"  :))


¡Idea brillante! 

Más que un saloncito coqueto para urbanitas nostálgicas, el Arquibar es escenario para muchos eventos: conciertos acústicos, sesiones de gin & manicure, celebraciones adhoc,  cenas privadas, etc. pero su idea más brillante es sin duda la organización de brunch-picnics en el parque con música en vivo. Consiste en recoger tu cesta de picnic preparadita en el Arquibar e irte al parque que te indican para disfrutar de tu brunch con concierto al aire libre! Todo esto por el precio de 20€ y bajo reserva. 


¿Sabías que?

El Arquibar fue fundado en enero de este año por dos arquitectas, que rediseñaron la planta baja de su pequeño estudio de arquitectura y diseño llamado La Traviesa de Conde Duque. La leyenda dice que la idea surgió porque los habitantes del barrio, al pasar por delante del local, lo confundían constantemente con un salón de té cuco donde merendar.   Al cabo de unos cuantos peatones despistados, las chicas decidieron complacer la petición popular acogiendo a los madrileños por las tardes y fines de semana...


Talón de Aquiles

Dado sus reducidas dimensiones, El Arquibar sólo puede acoger 20 comensales por turno por lo que es muy recomendable hacer reserva (sirven dos turnos, a las 12h00 y a las 14h00).


Conclusión: un lugar perfecto para... 

Desconectar el móvil y lentamente saborear cada mordisco de tu magdalena entre risas y conversaciones distendidas. Organizar una despedida de soltera, imaginando los planes más diabólicos. Llevar a tu verdadera abuela para que autentifique la vajilla.  Intercambiar miradas complices mientras tu amiga deja su número de móvil en una servilleta al único chico mono del local, bueno al único cliente de sexo masculino del local...



El Arquibar: La Traviesa de Conde Duque

Dirección: Traviesa del Conde Duque, 5 
Teléfono: 915 59 81 48
Metro: Noviciado o Plaza de España
Horario:  Lunes cerrado. Martes, miércoles, jueves: 17h00 - 23h30. Viernes: 17h00 - 01h30. Sábado: 10h30 - 16h00 y 16h30 - 1h00. Domingo: 10h30 - 14h30 y 16h30 - 23h30. 
Precios: Café con leche: 1,60 €. Cocktails: 8,00 €. Desayuno (café + bollería ó tostada): 2,60 €. Brunch: 18€.
Wi-fi: sí



09 septiembre, 2013

Madrid, il faut qu'on parle


Il y a des conversations qui sont nécessaires, celles qui s’imposent après quelques années de romance et qui se terminent en drame ou en apothéose. Celles qui se reportent jusqu’à devenir inévitablement décisives.

Madrid, il faut qu’on parle… je ne te reconnais plus, toi qui m’as chaleureusement étreinte sous ton soleil ardent il y a six ans déjà, et qui n’a cessé de me séduire par ta jovialité contagieuse.

Si la maturité n’a rien quitté à ton charme latin, j’ai bien peur que tu sois en train de perdre tes propres valeurs. Depuis que tes dirigeants ont effacé la dignité qui t’honorait, tu n’es plus que l’ombre de toi-même, l’ombre des milliers de madrilènes qui se voient affectés par l’austérité galopante. L’ombre de hordes d’étudiants qui se cognent dans la vie et terminent trébuchant dans les bars bondés d’indignation.

La Présidente de ta Communauté avait pourtant un nom prometteur « Esperanza » mais elle n’a fait que nuire à ta réputation et égratigner ton intégrité, laissant flâner une couche de conservatisme et de corruption qui réaniment les cadavres de ton passé.

Si tu me retiens dans ton souffle malgré ta décadence, c’est que je sais à quel point ton ciel azur va me manquer. Tes nuits vibrantes, tes grattes ciels majestueux, ta culture épicurienne et tes grands airs de capitale.

Je t’aime toujours mais peut être que nous devrions en finir, pour notre bien à tous les deux...


Photo Brioche



02 septiembre, 2013

Madrid, tenemos que hablar...


Hay conversaciones que son necesarias, aquellas que se imponen tras años de romance y que terminan en drama o en apoteosis. Aquellas que se posponen hasta volverse inevitablemente decisivas.

Madrid, tenemos que hablar… Ya no te reconozco, tú quien me abrazaste al instante bajo tu sol ardiente hace seis años ya, y quien no dejó de seducirme con su alegría contagiosa. Si la madurez no quitó nada de tu encanto sureño, me temo que estás perdiendo tus propios valores. Desde que tus dirigentes borraron la dignidad que te honraba, sólo eres la sombra de ti misma. La sombra de millones de madrileños que se ven afectados por una austeridad galopante. La sombra de hordas de estudiantes que se golpean por la vida y acaban tropezando con los bares abarrotados de indignación.

La Presidenta de tu Comunidad tenía un nombre tan prometedor: « Esperanza » pero sólo consiguió perjudicar tu reputación y arañar tu integridad, dejando planear una capa de conservadurismo y de corrupción que apenas destapan los cadáveres de tu pasado. Si me retienes en tu aliento a pesar de tu decadencia, es porque sé hasta que punto echaré de menos tu cielo azul, tus noches vibrantes, tus edificios majestuosos, tu cultura epicúrea y tus aires superiores de capital.

Te sigo queriendo pero igual te tendré que dejar, por el bien de los dos...


Foto Brioche