El vermut es uno de los aperitivos más populares de
la gastronomía ibérica. En España esta bebida se convierte en algo
más: en un momento. Hasta se le ha reservado un espacio en el reloj
"la hora del vermú", ese rato donde uno charla, ríe, comparte
con amigos y familiares antes de la comida.
Invitaciones no me han faltado, pero la verdad es que
me encanta dormir y los fines de semana no soy persona antes de la 1 p.m. Suelo
llegar a la comida.... a la hora del postre ;)
Pero este finde en lugar del típico late brunch, que al fin y al cabo es un invento británico, decidí cambiar las sábanas por el placer de sentir un trago español, dulce y fresco en mi garganta y rendirme con mis amigos a la hora del vermut.
Empezamos la mañana con muchos ánimos! Tomando un trago fresquito, dulzón y con una oliva. Uummm! Una forma más efectiva de despertarse que con un café con leche.
Como parte del aperitivo era también el arte, después de la tercera ronda, ("Hay que abrir el apetito" decían mis amigos) caminamos al Museo Sorolla. Si te gusta el arte y aún no has ido te encantará este lugar. No encontrarás mil turistas como en el Prado o el Thyssen, pero si preciosas obras de arte. Está situado en una casona rodeada por jardines donde vivió el gran pintor valenciano.
Como parte del aperitivo era también el arte, después de la tercera ronda, ("Hay que abrir el apetito" decían mis amigos) caminamos al Museo Sorolla. Si te gusta el arte y aún no has ido te encantará este lugar. No encontrarás mil turistas como en el Prado o el Thyssen, pero si preciosas obras de arte. Está situado en una casona rodeada por jardines donde vivió el gran pintor valenciano.
Acabamos el recorrido a buena hora para comer. El vermut había hecho su trabajo... Nuestro apetito ya tocaba la puerta! Y como este es un blog de desayunos no podían faltar los huevos. Comimos unos deliciosos huevos con foie y tartufata.
Los domingos son días especiales, la hora de desayunar y comer suelen fusionarse. Hoy en lugar de visitar una cafetería o salón de té fuimos a desayunar a un restaurante "Sala de Despiece" el cual te recomendamos para cualquier hora del día.
Tuvimos la suerte de encontrar asiento en la barra, frente a la cocina abierta. Fue todo un espectáculo ver a los camareros preparando los platos!
Después de recorrer la Calle Ponzano haciendo deliciosas paradas entre arte y vermut, echamos algo de menos: café! Un desayuno, por tarde que se tome y diferente que sea, no es lo mismo sin un buen café.
En busca de cafeína y un lugar fresco para sentarnos fuimos caminando, disfrutando de las calles de Madrid cruzando Alonso Martínez, hasta llegar a Pomme Sucre, en la calle Barquillo 49. Esta pequeña y coqueta cafetería merece un post para ella solita. Es la creación del gran pastelero Julio Blanco y te la recomendamos si te gustan los delicados holjadres, la estrella de la casa!
Después de mucho vermú, pinturas de Sorolla, huevos trufados, café y hojaldre terminamos de tomar nuestro "desayuno" como a eso de la cinco de la tarde. Un desayuno diferente, tomado en distintos lugares de un Madrid que recién estrena verano!
Te animamos a que inventes tu propia ruta de desayunos. Aqui te dejamos los datos de los deliciosos lugares que hemos visitado hoy:
Te animamos a que inventes tu propia ruta de desayunos. Aqui te dejamos los datos de los deliciosos lugares que hemos visitado hoy:
Para el vermut:
Lambuzo
Calle Ponzano, 8
Para el Arte:
Museo Sorolla
Paseo del General Martínez Campos, 37
Para los huevos trufados:
Sala de Despiece
Calle Ponzano, 11
Para el café y el mejor hojaldre de Madrid:
Pomme Sucre
Calle Ponzano, 8
Para el Arte:
Museo Sorolla
Paseo del General Martínez Campos, 37
Para los huevos trufados:
Sala de Despiece
Calle Ponzano, 11
Para el café y el mejor hojaldre de Madrid:
Pomme Sucre
Calle Barquillo 49
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