En busca del Croissant Ideal...

No es imposible encontrar Croissants en la vibrante capital española, pero la cuestión es encontrar AL Croissant. Este que os  reconcilia con la vida, que os deja una huella dulce en los labios, que os tortura de culpabilidad. Pero como toda perfección, necesita una dura selección. Hay que admitirlo, el mercado de los Croissants en Madrid es rico en cantidad pero pobre en calidad. Todo doble sentido encontrado en este artículo sería totalmente fortuito...



Foto petitplat.fr

Para todas aquellas quienes tengan alguna dificultad para reconocer a su Croissant ideal en la pastelería urbana, es importante seguir unas cuantas reglas básicas:

• El Croissant auténtico es el que no necesita nada para brillar, ni mantequilla, ni mermelada, ni horno regenerador. Ningún complemento que pudiera alterar su esencia. Nada más molesto que los Croissants empalagosos, engominados o anti-naturalmente hinchados.

• Evita al Croissant expuesto en el escaparate de tu panadería: demasiado acostumbrado a atraer la atención de las niñas golosas, resulta delicioso en el momento pero tiene tendencia a empalagar por su ardor. Si su estilo abombado atrae hasta las más sosas, su fecha de caducidad no supera el tercer bocado.

• El Croissant ideal es el que nos derrite por su sutil equilibrio: orgullosamente crujiente por fuera y tímidamente tierno por dentro. Nada más irresistible que un caparazón provocador que deja sitio a una suavidad insospechada.

• Evita el Croissant industrial, piensa que si se fabrica en serie, le costará desmarcarse de sus compañeros de sobre y os dejará seguro un sabor soso o peor, te quedarás en blanco. Si quieres variar los placeres antes de sucumbir al Croissant ideal, mejor probar un pijo de Mantequilla salada, un exótico Cuatro Cereales, un totalmente Integral (el más “hot”) o incluso inténtalo con la Napolitana.

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